martes, 24 de enero de 2012

Posibles Ventajas de los Conflictos en el Matrimonio


1.  Los conflictos muestran que a la pareja todavía le preocupa su matrimonio
Aunque parezca absurdo, los desacuerdos  y los conflictos de alguna manera indican que un matrimonio está vivo. Y que a los cónyuges les preocupa su relación al punto de que a veces pelean para que no muera.  Si usted quiere comprobarlo, tome el tiempo para analizar las causas que motivan muchos de sus conflictos. Se dará cuenta que son el resultado de querer cosas buenas para su matrimonio: más tiempo juntos, más cariño o atenciones, s comunicación, más intimidad.
Nada de esto es malo. Quizás el problema está en la forma como cada uno quiere alcanzar esos objetivos. O, también, hay otros problemas que se deben resolver primero. Si, por el contrario, en su matrimonio ni siquiera hay desacuerdos, entonces  podría haber razones para preocuparse. En algunos matrimonios las cosas han llegado a un nivel tan crítico que los esposos ya ni siquiera pelean. Como dijera un autor, “la apatía representa para el matrimonio un peligro mayor que el conflicto”.

2.  Los conflictos advierten del peligro
Al igual que las señales de tránsito, o los síntomas, en el caso de las enfermedades, los conflictos matrimoniales indican la presencia de áreas problemáticas, zonas importantes del territorio que requieren atención. Muchos
de los desacuerdos conyugales son como los témpanos de hielo: de ellos solo se ve la punta. El verdadero problema, lo que separa realmente a los esposos, está bajo la superficie.  Y es muchas veces gracias a un conflicto que la pareja se percata de la presencia de esas enormes “masas de hielo” en su matrimonio.

  
3.  Los conflictos permiten conocer mejor al cónyuge
He aquí una de las funciones más importantes del conflicto matrimonial: permite a los cónyuges conocerse mejor uno al otro. Muchas parejas admiten hoy que no se conocían realmente hasta que estalló entre ellos la primera gran pelea. Fue entonces cuando lo mejor, o lo peor, de cada uno salió a relucir: la capacidad de mantener la calma bajo la provocación, de respetar el punto de vista del otro, de diferir sin ofender, de transmitir aceptación en medio de los desacuerdos. Una conocida escritora expresa esta realidad de la vida conyugal en estas palabras:  “Marido y mujer aprenden a conocerse como no podían hacerlo antes de unirse. Este es el período s crítico de su ex- perienciaLa felicidad y la utilidad de toda su vida ulterior dependen de que asuman en ese momento una actitud correcta. Muchas veces cada uno descubre en el otro flaquezas y defectos que no sospechaba; pero los corazones unidos por el amor notarán también cualidades desconocidas hasta entonces. Procuren todos descubrir las virtudes más bien que los defectos”.

4. Los conflictos son la puerta a la intimidad
Esta función la señala acertadamente Gary Smalley cuando escribe que el manejo adecuado de los conflictos distingue las relaciones superficiales de las profundas.12 Y  para comprobarlo basta que usted recuerde su propia experiencia con quien ahora es su cónyuge. Los serios desacuerdos entre ustedes se produjeron después que la relación se movió del plano superficial a niveles más profundos, no antes. Y fue la resolución adecuada de esos conflictos lo que les permitió seguir avanzando hasta llegar al nivel de intimidad que ahora disfrutan.

                                                                                                                 Fernando Sabala
 

 





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